Las dos casas del callejón y la iglesia (que en un principio fue llamada así por el constructor y recibió el nombre de ’t Hart) fueron alquiladas a Petrus Parmentier. Como beneficio adicional, el propietario proporcionaba al sacerdote el vino necesario para el culto.
Jan Hartman probablemente ya no reconocería la iglesia que hizo construir en la buhardilla. A diferencia del resto de la casa, donde en la renovación a gran escala se ha reproducido en la mayor medida posible el estado original del siglo XVII, la iglesia tiene exactamente el mismo aspecto que presentaba en el siglo XIX: para ser exacto, en el año 1862.
De esta forma, la iglesia de la buhardilla se volvió a pintar en el color de la época: púrpura caput mortuum. A diferencia de lo que su nombre indica, es un bello tono rosa viejo, que tiende a marrón, rojo hígado y púrpura. El color ha sido reproducido gracias a las investigaciones científicas realizadas, y se compone de una mezcla de aceite de linaza con blanco de titanio y óxido de hierro. Originalmente se utilizaba el blanco de plomo, pero ahora ya no se utiliza.
En el suelo también se han vuelto a colocar unas esteras, en aquellos tiempos, tejidas en Genemuiden, y en la actualidad, elaboradas con esparto cultivado y trenzado a mano en Inglaterra. Con la ayuda de fotografías y de grabados antiguos, se han realizado reproducciones electrificadas de las lámparas de gas del siglo XIX. Por lo demás, las restauraciones se han llevado a cabo con la máxima moderación posible, dado que la casa es el objeto principal de la colección; debe permanecer lo más original posible.